miércoles, 20 de mayo de 2015

Invitación a ser protagonistas de la economía solidaria. Santa María en 2010 y en 2015

En julio 2010 conocí la ciudad de Santa María en Brasil, sus calles, su gente, pero principalmente su feria, el mayor evento de la economía solidaria en América Latina en su diversidad. La Feria de EcoSOL y FEICOOP. Esa que se hace con el esfuerzo, compromiso y organización de muchas personas, que son comunidad en acción.
A pocos días de volver a viajar a Santa María redacto esta nota. Quiero compartirles algunas palabras escuchadas en esa primera oportunidad allí, e invitarlos/as a ser protagonistas, tal como me siento ahora. Para esto citaré la entrevista que realizamos a la Hermana Lourdes Dill, referente de la organización de la feria, junto a algunos extractos de las orientaciones generales de la 22ª FEICOOP (Feria  Internacional  de  Cooperativismo) y la 11ª Feria Latino Americana de Economía Solidaria, a desarrollarse los días 10 a 12 de julio de 2015, en Santa María (RS, Brasil), así van preparándose.
“La economía solidaria hace ferias por las redes, por la calidad de vida, por la cantidad de vida y por la dignidad del trabajo cooperativizado”, así argumenta la Hermana Lourdes Dill los encuentros de esta otra economía que ya acontece. Desde 1994 que se realizan estos eventos en Santa María, ciudad que ha llegado a constituirse en la Capital  Mundial de la Economía Solidaria y del Cooperativismo Autogestivo. Donde se abre espacio no sólo a la comercialización solidaria directa, “compartimos muchos seminarios, muchos talleres, muchos debates, los cuales son momentos de crecimientos personales y comunitarios, que no paga ningún dinero del mundo. La Feria no acontece por causa solamente de la venta, no es solo lo que se vende o se ve. La economía solidaria es mucho más que eso, es una construcción que quiere ayudar al mundo a crear calidad y cantidad en la vida de las personas”, reafirma la Hermana.
La coherencia entre lo que se dice y lo que se hace es una invitación y problematización constante entre los que hacen y crean la feria. Por ejemplo, los vicios aprobados socialmente como el tabaco, el alcohol, o los alimentos dañinos para la salud, son moneda corriente en todos los espacios, sin embargo en la feria de Santa María no se comercializan. Ni productos con aditivos químicos o agrotóxicos, no se venden gaseosas ni cervezas industrializadas, y no se vende tabaco ni se fuma. Motivando, de esta manera, el consumo de productos naturales, ecológicos, en favor del buen vivir de los productores/as y consumidores/as.
El agua, considerada un bien común, tampoco es comercializada y todos acceden a ella. Estos son principios que se llevan adelante en la práctica, son convicciones que garantizan un clima de fraternidad, “no hay confrontación, no existen malos intercambios de palabras, es un clima alegre, festivo, jubiloso, se trocan experiencias y aprendizajes”, describe la hermana Lourdes Dill.

Esta coherencia también es vista en la amplitud de la convocatoria, desde comunidades indígenas, movimientos y organizaciones sociales y no gubernamentales, cooperativas, federaciones, redes, universidades, gestores públicos, pastorales, sindicatos, medios de comunicación y otros, encuentran expresión en la feria. Y son invitados a ser protagonistas de la organización durante los días del evento, y también en los tiempos anteriores, pudiendo ser reproductores y anfitriones activos en la comunicación de la misma. “Cada uno es protagonista de esta construcción y así se comunica todo en principio”, responde la Hermana Lourdes a la pregunta: qué canales de comunicación utilizan. Esta es la práctica más sencilla y no menos importante de la comunicación popular y comunitaria: el reconocimiento de que todos somos protagonistas de una construcción colectiva.
Las fichas de inscripción a la feria y a las actividades específicas, como charlas, caravanas y talleres, ya están disponibles en la web: www.esperancacooesperanca.org.br. Es fundamental que las personas y colectivos que estén interesados en participar puedan completarlas antes del 30 de mayo.
Todos/as somos parte del proceso, la invitación es a vivenciar “uma Experiência Aprendente  e Ensinante”, que comparte la metodología del FSM  (Foro Social Mundial), y fortalece la construcción de “Otro Mundo Posible” y de “Otra Economía que  ya Acontece” en el cotidiano de los pueblos. “La economía solidaria de América latina precisa crecer en un espíritu solidario y de inclusión social, diferente al capitalismo que concentra, que tiene un pensamiento único. La economía solidaria tiene pensamiento plural y multiplicador, afirma que otro mundo es posible y otra economía ya acontece en medio de un pueblo organizado, y por medio de tantas fuerzas vivas que participan”, expone la Hermana.
La feria de 2015 continúa con la tarea de hacer visible y fortalecer colectivamente la construcción de un nuevo modelo de desarrollo solidario, sustentable y territorial, en pos de una sociedad: socialmente justo, económicamente viable y ambientalmente saludable, de organización solidaria y cooperativa, políticamente democrática, por medio de la cultura de la solidaridad y la paz.

140 mil personas pasaban y visitaban la feria de 2010, había 700 puestos de emprendimientos, cooperativas y organizaciones, 5 carpas y 2 galpones formaban el predio ferial y otras 5 carpas presentaban a los continentes y eran utilizadas para conferencias y charlas. En 2014 el número de visitante fue de más de 240 mil personas, organizaciones y emprendimientos de 21 países de 4 continentes y 855 grupos expositores que representaban a 8300 emprendimientos en red. Si hace falta contabilizar la economía solidaria estos son algunos de sus números, pero la invitación es a vivenciar de manera “aprendiente y enseniante” su diversidad.

Por Jimena Sol Ancin

De feria, feriantes, talleristas y gestores. Además, hay visitantes

Cróniquitas que no quitan, sólo se alimentan de decires

Es domingo 17 de mayo de 2015, está deviniendo la tarde en la húmeda y gris ciudad de Santa Fe, me siento a escribir en el patio matero de la feria de economía social y solidaria por el Día Internacional de Comercio Justo, y en mesa redonda entre talleristas y gestores provinciales, el mate va y a veces viene y una bolsa de naranjas de Malabrigo decora el centro.
Emprendedores, cooperativistas e individualistas ya están detrás de sus tablones, exponiendo producciones, contando experiencias algunxs o especificando recorridos productivos otros. Son de toda la provincia de Santa Fe, hasta el pueblito menos nombrado en las metrópolis del ruido está presente. La previa fue de talleres, y más previa de almuerzo colectivo. Amelie y yo fuimos facilitadoras de un taller, invitamos a los emprendedores a dialogar, identificar y hacer visibles las dimensiones, las variables, las piezas de rompecabezas que forman el sostén de un emprendimiento en el hoy complejo. Sin recetas ni marcos de rompecabezas inventamos el cómo sostener un emprendimiento en esta economía cotidiana igual de inventada que todas las economías del mundo. Y nadie dijo que sería simple.
Son casi las 5 de la tarde, se habilitan los espacios de producción en vivo y los visitantes se agolpan en los corredores de la feria, “hay un montón de gente, me da tanta felicidad. Y aquellos que no prenden el monitor, como les cuesta gestionar”, escucho de una gestora. “Naranja pura es, proba”, dice una señora visitante a su amiga, se han sentado en nuestra mesa con plantas y bolsas de alimentos que acaban de comprar y nos piden sacarles una foto, “que se vea atrás la feria”, indican. Y más gente se va aprontando a la mesa, en las sillas que los gestores dejaron libres por irse a atender la actividad y resolver. Un niño se sienta en un suspiro y le dice a su mamá que lo mira: “¿Qué? Yo también camine una banda”. Y algunos se paran y siguen recorriendo y otros toman su lugar y así circulan las comodidades de la feria en el patio matero.
Mafalda (evento promovido y publicitado) en la muestra del espacio de museo, la feria detrás y ayer tango en la explanada delantera y arte efímera en una sala aledaña, todo viste la ex Estación de trenes que fue recuperada por esta gestión y lleva el nombre del prócer Belgrano. Tal como escribía en 2010, respondiendo a la necesidad de generar más visibilidad en una cooperativa, sigue siendo clave juntar eventos, habilitar espacios diferentes, con fines diversos, en la era del humano zapping.

Ya son más de las 17.30. Como primeras líneas de una cronista que vuelve a andarse sobre pasos nuevos me alcanzan, no sé si son suficientes, pero sí necesarias para reinaugurar reinventando un espacio web compartido.

Por Jimena Sol Ancin